

Nosotros somos una familia que honra, reconoce y agradece su conexión con el Espíritu Divino, Gran Misterio, Padre y Madre, Formador y Creadora, origen y fuente del regalo de la vida a través de la existencia primaria de la Tierra, el Fuego, el Agua y el Aire quienes se relacionan y manifiestan para dar forma a todas las criaturas sobre y dentro de la tierra y bajo las aguas, con quienes compartimos una misma naturaleza, origen y destino.
Nuestro propósito es desarrollar una relación más consciente y profunda con El Gran Espíritu, y poder encontrar cada día formas más hermosas y saludables de vivir, y de relacionarnos con nosotros mismos, nuestras familias, nuestra comunidad y con todas nuestras relaciones.
Queremos caminar siguiendo, cuidando y preservando la visión, las ceremonias y el legado espiritual que nuestros ancestros de la raza roja han dejado, para que aprendamos a vivir sagradamente, en belleza y armonía con todo lo existente, en el entendimiento de la unidad del Gran Círculo de la Vida.
Honramos la visión, el trabajo y el esfuerzo de todos los hombres, mujeres y niños que recibieron, preservaron y transmitieron la ley de origen, las historias, las formas, los cantos, las danzas y todas las ceremonias entregadas por el Gran Espíritu para ayudar a la humanidad a encontrar y cumplir el propósito y sentido de nuestra existencia sobre la tierra. Queremos poder también recibir, preservar y transmitir este legado ancestral de la mejor manera, para el beneficio de nuestros hijos, sus hijos y de todas las futuras generaciones.
La Humildad, la Voluntad, la Sinceridad y la Integridad son para nosotros los fundamentos sobre los cuales queremos levantar nuestra forma de vida, buscando la impecabilidad de nuestros actos, y poder ser así referentes positivos para nuestra familia y comunidad.
Reconocemos y honramos a las plantas sagradas como Espíritus Maestros que nos despiertan, sanan y enseñan, y a nuestros mayores como los custodios y portadores de sus ceremonias, altares, instrumentos y cantos sagrados.
Reconocemos estas medicinas como nuestro sacramento y comunión con el Gran Espíritu y las compartimos dentro de los propósitos, espacios, tiempos y formas que honran el linaje ancestral que las custodia.
Nuestra familia incluye personas de todas las razas, naciones y pueblos de las cuatro direcciones de esta Tierra que quieran compartir y ayudar a cumplir el propósito de la continuidad y perpetuidad de nuestras tradiciones y de nuestra forma de vida.